Todo el tiempo pasa inexorablemente, a un ritmo vertiginoso e imparable... nada, en el fondo esta quieto, o esta inmutable. Se pasa de un estado anímico a otro, como se chascan los dedos: chas!, chas!. Cambiando, mutando, variando, girando.... ¿como atrapar lo que no esta quieto?. Jugando a pisar nuestra la sombra, como si fuera un entretenimiento de feria.
Que se puede hacer para no entrar en barrena, asumir que todo lo que nos rodea, todo lo que tenemos, todo lo que somos es efímero ... en el fondo, ¿nada nos pertenece?.
Si nos despegamos de la sensación de perdida, o material, o de tiempo, o emocional....¿solo eliminado la angustia que trae ese sentimiento, frenamos de golpe el movimiento interior hacia este bucle vertiginoso?.
Consideremos que nada nos pertenece, que todo es efímero, que nada se para... ¿es posible vivir sin caer en la tentación de sentarse y esperar el único fin que nos espera?... ¿para que tanta lucha de conseguir algo que no es de uno y que no permanecerá?.
Pensar en lo precario de todo, asumir lo precario de todo, considerar que nada es para siempre, ¿de que modo pude sernos utíl?... quizá sabiendo que mañana podemos no tener nada de lo que ahora nos rodea, si SENTIMOS de verdad esa precariedad de la vida, es posible que podamos vivir cada momento como especial... no olvidar que mañana es un concepto, que aunque damos por hecho, puede que no ocurra. ¿Ayer?, un concepto que ya no existe porque esta mutado a hoy... ¿hoy?, un concepto de momentos continuos... vivo, pues, sentada en una silla... mirando como todo cambia... sabiendo que nada perdura... entendiendo que en realidad, nada importa. Observando como todo se hace y se deshace.
Eso,¿puede hacerme entender que este momento presente es único, irrepetible, importante... vital?....
Subiré pues a esta feria de la vida, disfrutando cada momento por especial, compartiendo esta vitalidad, intentando no sentir ni miedo ni euforia del momento... si no como un espectador activo, un espectador curioso de todo lo que se forma y se diluye... de las cosas que nos hacen creer que estamos aqui para siempre, atrapando mi alma a una montaña rusa.
Si nos despegamos de la sensación de perdida, o material, o de tiempo, o emocional....¿solo eliminado la angustia que trae ese sentimiento, frenamos de golpe el movimiento interior hacia este bucle vertiginoso?.
Consideremos que nada nos pertenece, que todo es efímero, que nada se para... ¿es posible vivir sin caer en la tentación de sentarse y esperar el único fin que nos espera?... ¿para que tanta lucha de conseguir algo que no es de uno y que no permanecerá?.
Pensar en lo precario de todo, asumir lo precario de todo, considerar que nada es para siempre, ¿de que modo pude sernos utíl?... quizá sabiendo que mañana podemos no tener nada de lo que ahora nos rodea, si SENTIMOS de verdad esa precariedad de la vida, es posible que podamos vivir cada momento como especial... no olvidar que mañana es un concepto, que aunque damos por hecho, puede que no ocurra. ¿Ayer?, un concepto que ya no existe porque esta mutado a hoy... ¿hoy?, un concepto de momentos continuos... vivo, pues, sentada en una silla... mirando como todo cambia... sabiendo que nada perdura... entendiendo que en realidad, nada importa. Observando como todo se hace y se deshace.
Eso,¿puede hacerme entender que este momento presente es único, irrepetible, importante... vital?....
Subiré pues a esta feria de la vida, disfrutando cada momento por especial, compartiendo esta vitalidad, intentando no sentir ni miedo ni euforia del momento... si no como un espectador activo, un espectador curioso de todo lo que se forma y se diluye... de las cosas que nos hacen creer que estamos aqui para siempre, atrapando mi alma a una montaña rusa.
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