viernes, 18 de junio de 2010

Algo pequeñito...

Estado General:

La mayoría de las veces, las cosas pequeñas son las que mas te llenan. Una mirada tierna y profunda, una sonrisa complice, una caricia sobre tu mejilla. Esas cosillas que te parecen que no son nada importantes, que te estorban en el rincón de tus haceres diarios, en el rincón del baúl del corazón...esas cosillas menudas son como gotitas refrescantes sobre las flores sedientas.

Y quizá, por pequeñas... por chiquitinas, nos parece que no nos vamos a dar cuenta que nos faltan...pero como cuando el filo de un papel corta la piel, escuece cuando ocurre.

Las grandes necesidades se notan en hacen notar en su peso y en su solida pertinencia, y nos dice diariamente lo que es prioritario, lo que es realmente necesario .... lo urgente, y lo practico... y nos llena la cabeza con la obligación, y la responsabilidad y todas esas cosas adultas e importantes de la vida de uno.

Pero.... curiosamente, parece que lo que realmente necesitamos para seguir luchando contra los grandes problemas es justamente algo pequeñito...

Por eso, hoy reclamo las cosas chiquititas que no me dan, esas cosas que no me doy cuenta que me faltan, esas que no me doy cuenta que tengo que dar, ... reclamen también sus cositas, esas que de repente se dan cuenta que no tienen y que extrañan.... dar un vuelta por ese caminito que lleva al lado mas tierno de nuestros corazones, y comprobar lo vacío o lo lleno que lo tenemos de ellas.

Este fin de semana, puede ser un buen momento para dedicarnos, para dedicarlo, a encontrar, a pedir, a recibir, a entregar lo que hace que miremos al cielo y veamos las nubes con forma de corazón, y no que va a llover.... los pájaros bailando, y no una jodia paloma cagona.... el bellísimo espectáculo del sol saliendo por entre los tejados, el arome fresco y perfumado de la mañana, la sensación en el pecho de estar colmado, lleno, cargado de cosas pequeñitas.... si, si.... sii.

Y sentir una tonta felicidad... pequeñita.

viernes, 11 de junio de 2010

La rápida lentitud.

Estado General:


Pasan los días, las semanas, lo meses.... pasan lentamente de un modo vertiginoso y nunca me había dado cuenta de lo veloz que puede ser la lentitud.

Entrecruzada, feliz, triste, cansada, espídica... respondiendo a no se que mareas internas, no se a que planes interiores, dejándome llevar como sin voluntad tenazmente.

En una profundo y hondo altar donde se ve lo todo y la nada que nos rodea en la mas absoluta de la soledad ... comprendiendo mas, entendiendo menos. Siguiendo a una locomotora emocional alocada y sin rumbo...

Deseándo tanto que duele, comprendiendo todo lo que es imposible hasta la agonía de lo improbable, pero aun así creyéndolo .... y sabiendo, sabiéndolo.... metiéndome. En este neurótico sado-masoquista estado, adorable y energético ... viniéndome a cada roce.... y yéndome en cada pensamiento. Queriendo salir corriendo para alcanzar la luz de la luna, y quedándome paralizada observando la grandeza del sol.... y el temor, el temblor, la acelerada velocidad sincopada de los sueños... y lo real, y lo obvio, y lo que es... y esas cosas que sin sabor me pertenecen porque luche por ellas, y por las que espere y desespere... y la demoledora conviccion de que nos las necesitaria... si fuera necesario.

Viviendo en este caldo cálido que me hiela hasta la médula de los huesos del corazón, sin mas remedio que la rendición ante la evidente evidencia de que no sé luchar contra ello pero plantando cara a cada mañana con los puños en alto, y dejándome la sal en las noches que digo que no volveré mañana....pero vuelve la mañana, y mis puños están en alto. Y mi sal recuperada, y el dia largo extendido en mis pies para pisar mis promesas, para destruir mis anhelos, pera recomponer de nuevo lo roto.

Y me juro...y me prometo.... y me propongo.

Y me descompongo con las sinfonías en azul que asoman en las ventanas, fugaz o persistentemente, para mi ojos ... que atraviesan mis odios hasta llegarme al alma... y encender mi motor, y apagar mi entusiasmo... y volver a maldecir con un silencioso vacío. Y dudar, y retroceder antes de lanzarme...

Y querer más .... para obtener nada.

Y así hasta que mi corazón aguante, o se acabe de partir en eso dos pedazos que lo componen... imprescindibles, queridos, vitales..... o acaben por matarme los tres.