viernes, 11 de abril de 2008

El factor X.


Cuando asumimos las cosas que nos rodean, a veces nos olvidamos de lo importante que es no perder la perspectiva. Por muy gordo que sea el problema, una vez que nos ponemos a "remediarlo", lo englobamos en nuestra cotidianidad, lo "arrutinamos" y empezamos a no darle importancia al asunto.

Hay veces que eso es lo que hay que hacer, por muy mala que sea la situación, por muy doloroso que sea el hecho, normalizar es la vía de entender el dolor y la tragedia.

Pero hay veces, que tener la guardia alerta sobre la peligrosa tendencia a normalizar, es lo que nos salva de cometer los mismos errores.

En realidad el peligro está en eso, en no darle importancia. Todo tiene su importancia, situado en su contexto. No hay que olvidarse de que si hemos tenido un problema, fue por algo que nosotros no hicimos o no planeamos bien... aunque luego este lo "inevitable", el factor X.

Podemos engañar a los que nos rodean, camuflar nuestras tendencias, maquillar nuestros comportamientos, pero si después de lo que nos ha ocurrido restamos importancia a nuestra actitud y nuestra responsabilidad en lo ocurrido estamos abogados a volver a caer en las mismas.

A mi me asusta que no nos demos cuenta a tiempo, de que "normalizando" la situación, estamos asumiendola... que dejamos de darle importancia, que es algo cotidiano y normal. Que estas cosas pasan. Y que se yo, que qué "qués" más!!!.

Yo estoy alerta, sin paranoias, sin neuras .... Alerta para que cuando la cosa vaya a peor, sacudir a los que empiezan a dormirse en esa confortable sensación de normalidad y tranquilidad que da el hecho de estar haciendo algo que se tiene que hacer... que se tuvo que hacer, ya hace tiempo. No por ello relajarse, ante la posibilidad de que se vuelva otra vez a las andadas.

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