viernes, 27 de junio de 2008

Summertime... and living, mybe, it's easy.


Estado General:
Las chicharras tocan su persistente canción escondidas entre los jarales y las adelfas calentadas por el sol... aun es temprano pero nuestros 23º nos dicen que va a ser un dia caluroso. El sonido de las cigarras y el olor de las jaras, son para mi sonidos y olores de mis dos verano.

Las cigarras, el jazmín, el azahar y la dama de noche son de mi verano en Málaga donde me crié y he ido creciendo... con su azul cielo, su azul mar... su espuma blanca y sus barquitos. Ese olor de césped recién cortado, el almizclado olor a jazmines, la sombra de los limones y naranjos, lunas reflejadas sobre un mar oscuro lleno de flores en la noche de San juan, limón aceitoso sobre pieles guiris enrojecidas, sangrias y paellas, ese "niños salir del aguaaa..." de mi yayo bronceado como una artista de cine,"...a comeeer!" de mi yaya trayendo la comida desde la cocina donde el sol entraba, cegador, a raudales, las noches calurosas con terral en las que no se podía dormir y los grillos y la sombra del Aguila mecían tu duermevela. Helados de vainilla de maquina y cucurucho, calle San Míguel y gambas a la plancha, zapatos blancos, furgoneta llena de risas y collares luminosos. Juegos de niños magos que hablando distintos idiomas conseguir entenderse.

El olor de las jaras me recuerdan a Madrid, donde crecí durante un tiempo. Olor a piscinas y plastico de pelotas de colores, piedras calientes de noche dejando ver un hilillo de agua plateado, cerezas y sandia, mis padres en la terraza viendo la tele, los ojos de mi madre de ese azul mar que todos añorábamos y su reposada tristeza, tinto de verano y toros en San Sebastian de los Reyes, churros y porretes, olor de bollos recién hechos, sabor de los primeros besos no recibidos y los primeros pagados... noches de movida y mañanas de resaca. Club de Campo de niños ricos, bares y tascas de niños pobres, vino peleón y anfetaminas, camino largo y tórrido hasta el nuestro mar encajonado.

Ahora donde vivo, las jaras y el jazmín conviven con cigarras y piscinas, los recuerdos del azul y de la tristeza en los ojos de mi madre, las noches de juerga y las mañanas de reseca, las cerezas y la sandía, las paellas y tinto de verano, los churros y el club de campo de niños ricos.... todos mis olores y mis sabores de la infancia me rodean y me acunan... quizá nunca me dejaron porque los llevo prendidos en mi como el color de mis ojos... son tan yo, como yo misma soy ellos...

El verano ya llego aquí en esta parte del hemisferio, aquí al sur de España, aquí en este pueblecito de la provincia de Málaga frente a un mar azul de historia, brillante de sardinas. Aquí, en este corazoncito ... feliz verano!

1 comentario:

regaliz dijo...

¡Feliz verano, Didier! Olor a jaras y retamas, sabor a cerezas y sandía, sonidos de chicharras y chicharrera asfixiante de día y de noche, niños negros como zapatos por el sol y por la mugre de estar todo el santo día en el campo, ver la tele de noche en el zaguán, mientras el guarda se dedicaba a disparar a las ratas y a las comadrejas que se querían colar en el gallinero,…Olor a mar y a humedad de casa vieja, olor lejano de la refinería (¡mañana llueve!), sabor de pulpo y carne asada, sonido de gaviotas, rebequita y manta por la noche, juegos en la playa aunque estuviera nublado, excursiones con los padres, los tíos y los primos, vestirse de niñas buenas para el paseo de la tarde,… Asi eran mis dos veranos, en Madrid, en el campo y en la Coruña.
¡Qué buenos recuerdos, Didier, gracias por compartir los suyos!