No hay nada mejor que pensar en lo que mas nos gusta, cuando no nos gusta nada... las cosas malas y que duelen, pueden mitigarse un poco si ocupamos la mente en aquello que es trivial, pero que es gratificante. No me importa quitarme un poquito de "intensidad", y aligerar este sentimiento constante de catastrófica evidencia que es esta vida. Y tampoco me importa trivializar mis pesares, descargarme del peso del mundo... posiblemente la factura me pasará tarde o temprano, pero la doy bien pagada.
Helados de tuttifrutti de nata.
Los pies metidos en agua fresquita.
La brisa moviendo cortinas de hilo.
El olor de la lluvia.
Helados de tuttifrutti de nata.
Los pies metidos en agua fresquita.
La brisa moviendo cortinas de hilo.
El olor de la lluvia.
Como una pomada psicologica, como las lagrimas son para el intangible alma, recordar los que nos agrada de esta vida es bueno. Siempre hay que darle a la esperanza, esa trampa emocional, la posibilidad de intentar engañarnos, de confortarnos para seguir sufriendo.
El mar... siempre el mar.
Reirme con mis sobrinos de tontadas.
HacerLE el amor.
Conducir sin rumbo en mi coche con música.
La REALIDAD, lo REAL, es duro de digerir por eso no encuentro inconveniente en ponerle un poquito de dulce para tragarlo.
El agua caliente de la ducha.
El atardecer.
La luna.
De pequeños nos enseñan a evadirnos de nuestras responsabilidades. Nos enseñan demasiado bien a que si nos caemos, el suelo tiene la culpa... por eso cuando el coco nos amenaza nos cuentas cuentos, pero cuando somos malos nos amenazan con el... vivimos, pues, conjuntamente con el miedo y con la esperanza. En un porcentaje que, según donde se valancee, nos hacer temer o soñar.
Leer con los pies en la ventana, en verano, mientras el sol y la brisa pican mis dedos.
El sonido del agua entre las piedras...
Entonces, si estamos temiendo y llorando la mayoría del tiempo... hoy me regalo el tiem
po de soñar, el tiempo de la esperanza de que puede que todo vaya bien... de que no hay mal que por bien no venga...
Y saco mi lápiz de colores, canto mi canción para ahuyentar la pena... y me pongo moñoña e invito a ello a todooooooo el mundo mundial.... juguemos hoy a saltar sobre el colchon, a comer cucuruchos de helados, y pisar charcos, a mirar el mar sin mirar el reloj, a pensar como nos gustaría que fuera lo que fuese que queramos....
El mar... siempre el mar.
Reirme con mis sobrinos de tontadas.
HacerLE el amor.
Conducir sin rumbo en mi coche con música.
La REALIDAD, lo REAL, es duro de digerir por eso no encuentro inconveniente en ponerle un poquito de dulce para tragarlo.
El agua caliente de la ducha.
El atardecer.
La luna.
De pequeños nos enseñan a evadirnos de nuestras responsabilidades. Nos enseñan demasiado bien a que si nos caemos, el suelo tiene la culpa... por eso cuando el coco nos amenaza nos cuentas cuentos, pero cuando somos malos nos amenazan con el... vivimos, pues, conjuntamente con el miedo y con la esperanza. En un porcentaje que, según donde se valancee, nos hacer temer o soñar.Leer con los pies en la ventana, en verano, mientras el sol y la brisa pican mis dedos.
El sonido del agua entre las piedras...
Entonces, si estamos temiendo y llorando la mayoría del tiempo... hoy me regalo el tiem
po de soñar, el tiempo de la esperanza de que puede que todo vaya bien... de que no hay mal que por bien no venga...Y saco mi lápiz de colores, canto mi canción para ahuyentar la pena... y me pongo moñoña e invito a ello a todooooooo el mundo mundial.... juguemos hoy a saltar sobre el colchon, a comer cucuruchos de helados, y pisar charcos, a mirar el mar sin mirar el reloj, a pensar como nos gustaría que fuera lo que fuese que queramos....
Ya vendrá D. Cuaresma, a ponernos en fila.
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