Lo dejamos instalado en su cuarto, por donde entraba un olor de comida recién hecha, para la cena... toda su ropita y sus enseres personales colocados en el armario, custodiado por un cerrojo del que él tenía la llave colgado en su cuello junto a un corazón... libros que leer, comics, libros de estudiar....
- Estas preocupado? - le pregunto atusándole el pelo
- Pufff... un poquillo - me dice haciéndose el fuerte
Su mamá le compro ambientadores de olor rico, que coloco en el baño y en el cuarto; yo le dejé mi colgante de madera, un sol de noche para que si se sentía solo lo cogiera y pudiera dormir, su padre le dejo las ultimas instrucciones y una de esas miradas que derretirían a una pared de hormigón, y su yayo recibió el último besito y su "adios, yayo" como si del pan de la última cena se tratara. suspirando y sin derramar una lágrima nos dijo adiós desde la puerta, la segunda a la derecha, de aquel largo y sombrío pasillo.
Por el mismo pasillo por donde nos fuimos llorando como niños de verle tan enterito con el susto que tenia en el cuerpo.
- Estas preocupado? - le pregunto atusándole el pelo
- Pufff... un poquillo - me dice haciéndose el fuerte
Se quedará allí este verano, viniendo los fines de semana ... y aunque ha ido porque necesita recuperar el tiempo perdido este año, no dejo de sentir una cosilla aquí en el pecho ....
Es mi pequeño Georgie, lleno de imaginación y de aventuras... fuerte y solido como solo lo es un niño de 10 años.... y espero que esta aventura le sea muy útil y positiva para toda su vida.
Un besito de esta tita tuya, que con la edad se vuelve más y más ñoña y llorona.
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