martes, 20 de mayo de 2008

amores imposibles, amores improbables

Estado General:

En realidad fue Lucky Luke quien me introdujo en el fantasioso mundo de los amores improbables, ya que el y su desesperada soledad, su triste sonrisa y su siempre final solitario hacia nuevas aventuras, empezaba a dibujar el perfil del hombre que me iba a dar mas sueños tórridos solitarios.
Despues de un tiempo, me vi envuelta en una relación amorosa absolutamente abstracta con Johnny Roqueta, abstracta y asexual ,of course, por la imposibilidad del Sr. Roqueta de hacerse de carne y hueso. Yo me compraba El Jueves semanalmente solo para ver que hacia mi amor, y mantuve una relación fiel y completamente casta (bueno, algún que otro tocamiento nada inocente hubo... a que negarlo) con él hasta que conoci a Kenshin.

Kenshin era el tipo de amor que uno tiene hacia los hombres misteriosos con esa clase de problemas que tu no puedes resolver, pero que desearías ser la persona que el eligiera en el momento de buscar un lugar donde reposar su cabeza... de tantos tormentos. Me levantaba a las siete de la mañana, cafe en mano... hubiera ido de marcha o no ..... para verle los sabados en la televisión. Me atraia de el tambien esa sonrisa triste que pocas veces tenía, .

Aunque creo que ya mi corazón lo había elegido a el hacia tiempo, cuando hizo de Eduardo Manostijera, y esos oscuros ojos, y esa tristeza en el semblante , por aquel entonces, mi improbablemente ejecutable pasión por un nuevo Johnny, esta vez Deep, empezaba a dar sus primeros pasos... es al único que sigo viendo como mi hombre ideal a pesar del tiempo... y solo fue ocasionalmente manchada mi absoluta devoción por el, durante un cortísimo periodo de tiempo por Vincet Donofrio por culpa de una película de lo más romántica... pero fue una pasajero apretón ante mi firme e inquebrantable adoración por Johnny.

Esto no es obíce para que encuentre otros amores improbables en los nada poco rechupeteables Leonardo di Caprio y Julian McMahon... objetos, ambos dos, de mis mas lujuriosos pensamientos, nada abstractos ni castos. Porque cada uno de ellos tiene un ratico con esta mujer de mediana edad, y un sitico en su corazón... y que me decir de Manuel Quijano.... sé que Johnny lo entiende, porque sabe que sigue siendo el numero uno.

Que que coños, las mujeres tenemos fantasías sexuales de ayer y hoy, imposibles unas, poco probables otras.... que nos calientan, o que nos han calentado... o que nos calentarán.... en las tristes noches....

Con permiso de mi Johnny... (y de mi churri, y de mi churri....)

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