lunes, 4 de agosto de 2008

Otro lunes mendundi, intranscendente esta vez.

Estado General:
Cuando consigo mirarme al espejo y no ver a nadie conocido... no reconocer a mi madre en los labios, o a mi padre en los ojos, o no ver la risa de mi tia Pilar, o la barbilla de mi yayo... cuando consigo no parecerme a nadie, es cuando me veo a mi.

Pocas veces ocurre esto, confundida como estoy entre las entidades que me rodean y que me influyen. Demasiado confundida y fundida para tener las ideas claras respecto a demasiadas cosas. Porque cuanto mas se piensa, mas confuso parece todo... y mas sencillo es.

Hay cosas que no podemos cambiar, porque se escapan a nuestra influencia, o a nuestro destino. Puede que unos pocos, tengan el karma necesario para hacerse con el poder de cambiar destinos e inclinaciones... los demás, todos nosotros, tenemos el karma que irradia influencia solo sobre nosotros mismos, y con un poco de mala suerte, sobre los que no rodean.

Teniendo el poder de cambiarnos a nosotros mismos, ¿hacemos la base para un cambio general?... como una piedra cuando cae sobre el agua... creando ondas expansivas hacia fuera del foco de explosión. Pudiendo cambiar alguna de nuestras faltas o nuestros excesos, podemos por mediación de la capacidad mimética del ser humana, hacer cambiar a los otros. O no. Pero al menos, el cambio se habrá efectuado en uno mismo, y si conseguimos que a parte de un cambio positivo sea firme, saldremos beneficiados.

Claro que... no es tarea fácil. Porque lo fácil es ver lo que falla en los demás, y mucho mas incomodo y dificil reconocer que nosotros estamos haciendo algo mal, quizá sin maldad o con ella. Demasiados miramientos para con nosotros mismos...

Puede que en algún momento, tengamos la suerte de poder vernos a nosotros mismos... quitando todo aquello heredado, copiado y asimilado como propio.. puede que dejemos de mirar nuestro ombligo comprobando que en el mundo existen sufrimientos y situaciones mas terribles que las nuestras... puede que la compasión y la comprensión de esa existencia, hagan que nuestras pequeñas basuras egomaniacas dejen de tirarnos de los cojones y confundirnos.... y podamos hablarnos cara a cara, de tu a tu, y deciros de una vez por todas todo aquello que aclarará nuestras mentes, centrará nuestros objetivos y nos guiará hacia nuestras metas...

Sean cuales sean estas.

Pero puede que, también, importe un higo.

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