miércoles, 13 de agosto de 2008

El hijo díscolo de Lucifer.

Estado General:

Al ser humano le es mas difícil dejar el lado oscuro y volver a la luz , que abandonar la senda y volverse malo.

Es el poderoso gen de la supervivencia, hace que por sobrevivir uno sea capaz de matar a una madre, vender a un padre y devorar a unos hijos. Es tan poderosa la fuerza que tiene la maldad, lo oscuro, lo retorcido que incluso valoramos mas las acciones, digamos, malas que las buenas.... ya que, consideramos medio idiota al que es bueno, y hay a quienes el hecho de que le consideran buena gente le pone los pelos de punta.... esta facilidad para la maldad, para el odio, para lo oscuro me hace pensar que a lo mejor es el Demonio el que impera en nuestro interior, y que Dios es una fuerza externa a nuestra condición humana. Es como si la historia hubiera sido escrito al reves, y Dios fuese realmente el hijo díscolo del Demonio, el cual se revelo contra él, cayó en desgracia para siempre, y generó una eterna lucha titánica por ganar almas humanas, las cuales ya de entrada pertenecen al diablo.

De todos modos, ando yo pensando: El odio ¿esta motivado por el deseo? ... puede que sea un síntoma de que deseamos o envidiamos algo de una persona, o que nos ha decepcionado porque deseábamos una reacción determinada. Quiza estos deseos de posesión y control no sean más que una inseguridad ... y, ¿no es el deseo de control y posesión una forma de amor exaltado?. No es el exceso de amor, un deseo de controlar y poseer al ser amado?... entonces, las personas que nos odian son ¿inseguras, frustradas por deseos insatisfechos que nos aman?... El odiarse así mismo está motivado por ese mismo tandem amor/odio... ese circulo sin fin de deseos frustrados, envidias insatisfechas e inseguridades.

Cambiar es un trabajo personal difícil, aunque el universo clame a gritos que necesitas un cambio, aunque el diablo o el mismisimo dios estén susurrando a tu oído para ganar tu alma, si tu no te das cuenta de que necesitas ese cambio, de que el odio no es el campo mas adecuado para cultivar nada bueno, nada ni nadie harán que mudes la piel... ese vieja, rota, malgastada piel que se te cae a pedazos.... esas viejas, rotas, malgastadas malas actitudes.... esos genios, esos egos, esos intentos de echar encima tus propios defectos a los demás, en una demanda infantil por una atención que necesitas y no pides.... en ese torbellino equivoco de amor y de odio... sin oir, sin ver, sin intentar comprender...

Porque el odio nos bloquea, nos insensibiliza a todo aquello que no sea nuestro dolor y nuestra necesidad.... ¿se puede entonces, sabiendo esto, odiar a quien te esta odiando? ...

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