miércoles, 28 de enero de 2009

Masterplan.

Estado General:

En ocasiones vivir nuestra vida como decidamos no parece ser una opcion, aunque se supone que las cosas que hacemos nos llevan a un camino u otro, y por lo tanto si que decidimos sobre nuestras acciones...

Cuando tomamos decisiones, o cuando decidimos no tomar ninguna, estamos tejiendo sobre la tela de nuestras vidas, pero lo que no esta muy claro para algunos de nosotros es de que si esas puntadas son realmente decisiones tomadas por nosotros, o decisiones predeterminadas para nosotros.

Tengamos o no algo mas que ver que la intención y la acción hay veces que nos parece que alguien mueve unos hilos invisibles, que nos dirigen hacia o contra. ¿Existe realmente el libre albedrío cristiano, o estamos solo sujetos a normas y códigos éticos que nos impiden determinadas acciones?, lo divinamente otorgado ¿esta acotado y determinado por lo educacionalmente humano?. ¿O conviven ambas en una forzada armonía?.

Formamos todos parte de "El Gran Plan", y todo lo que hacemos tiene una repercusion y una importancía, haciendo que todo lo que hacemos resulte esencial para nuestro futuro ... o formamos todos parte de una nada cósmica, que nos envía a la deriva, haciendo que absolutamente todo lo que hacemos y decimos se convierta en algo nimío y secundarío, una gran mentira para consolarnos de que nacemos y morimos sin más plan... sin más importancía.

Entonces, a qu preocuparnos... sea uno u otro el sentido de la vida, el sentido al que demos a nuestra vida, lo mas sensato es no temer nada, porque es posible que nada tenga importancia... e incluso, es posible de que lo que hagas tenga sea un engranje más, una puntada más en el Gran Telar... y sea como sea, y por lo que sea, es como ha de ser.



... oye pues, por un momento no he sentido yo el gran alivio de descargarme de las responsabilidades de mis actos.......¿y ustedes?.


2 comentarios:

regaliz dijo...

Pues como que no, Didier. Al fin y al cabo, en último término y aunque haya un "ser supremo" que rija mi destino tendré que ser yo la que decida si pongo carne o pescado para comer, o lo que es lo mismo la que me estruje la cabeza pensando a qué o quién afectará el que me decante por una decisión u otro en cualquier ámbito. Desde mi punto de vista individual, el que toma la decisión soy yo aunque luego intente consolarme pensando que hubiera dedicido lo que hubiera decidido daba igual porque ya estaba escrito lo que iba a pasar. Las alternativas siguen estando y siempre es a posteriori cuando te planteas que la decisión podía estar predeterminada por otros. (¡cada día me explico peor!)

Didier dijo...

Jejeje... va a tener usted razón Regaliz... los que elegimos carne o pescao somos nosotros.

Manque nos consolemos pensando que Dios o Demonio tienen mano.

Pero no se yoooo... me he quedao como pensativa y no muy decantada.