lunes, 12 de abril de 2010

Desentonando

Estado General:

Revisando mi blog.... que a veces reviso y releo por el gusto de escucharme lo que sentía hace unos meses... me doy cuenta que me repito en temas y obsesiones, que son una constante tanto las obsesiones como los temas.

Es como una cancioncilla pegadiza que se te mete en la cabeza. En lo grande: una entonación personal con la Gran Melodía del Universo.... esa búsqueda de tu nota y tono cósmico, la posición en el Gran Pentagrama...en lo pequeño: la búsqueda de tu canción... encontrar que es lo que quieres decir al mundo, cual es tu mensaje, cual tu función, cual tu sentido.

Quizá porque cada uno de nosotros lleva en su interior esa canción y esa melodía, nos pasamos la mitad del tiempo intentando captar los tonos, aprendiendo un instrumento y trasladando esa musiquilla interior hacía fuera... y buscando las palabras que componen esa especie de mensaje personal al mundo.

Claro que, saber que instrumento vamos a usar es una de primeras cosas que debemos de conocer... y ahí uno puede perder media vida decidiendo cual es el sonido adecuado que se acerca más a nuestra sensación interna. Y luego están las palabras, esas palabras tuyas que son las que quieres dejar entrelazadas entre las palabras de otros.

Pero asi como buscamos nuestra canción para encontrar nuestro tono cósmico, se nos va la vida a veces con un mismo soniquete que no nos lleva realmente a pillar la nota.. nos deja como colgados en una nota indefinida, suspendida en un desacorde... con una sensación de desentonar.

Y puede, que después de una vida aprendiendo un instrumento, la otra media encontrando las palabras, y una cuarto de ella ajustando tonos las cancion que toquemos, la melodia que emitimos, solo nos sirva para conturrearla en la soledad de nuestra ducha diaria, en este aseo que es la vida.


PD: Y les aseguro que ni fumé ni bebí... es que hoy ando asi como desentonada.

3 comentarios:

regaliz dijo...

Lo malo, Didier, es cuando en lugar de oido se tiene una oreja enfretne de la otra y sólo sirven para sujetar las gafas. Eso y lo poco que solemos querernos hace que construyamos (no sé porqué estoy utilizando el plural, me creeré que soy el Papa) una melodía eternamente desafinada.
Besos linda, la echo de menos

Didier dijo...

Todos tenemos esa melodia en nuestro interior, con orejas o con oídos, Regaliz.

Aunque no siempre la encontramos, o somos conscientes de estar emitiéndola... de reconocerla, como reconocemos la melodía de los demás... aunqueeeee
espereeee...

hmmm ¿alguna vez nos paramos a "escuchar" a los demás?...y no me refiero, claro a oír lo que dicen...

Quizá ese sea un primer paso para poder "escuchar"nos....

Yo si que la echo de menos, mi fiel seguidora :-)... besos (que ya la vi en foto...jejejeje)(que men'tero de tó)(:-D)

regaliz dijo...

¡Pos estaba mona yo en la foto, vamos que!