viernes, 6 de noviembre de 2009

La zanahoria esquiva.

Estado General:

Corremos como conejos desaforados detrás de zahahorias irreales... empujamos, mentimos si hace falta y si no también, convertimos la realidad en un infierno, y nuestras vidas en una especie de condena, en donde cada día es una bola atada de a una argolla, al rededor de nuestros tobillos.

Y por mucho que queremos, o soñemos, o deseemos, nos olvidamos de algo.

Cuantas veces nos dicen que la vida son tres días, que hay que aprovechar el momento... y cuantos libros de autoayuda o zen nos indican lo efímero de todo, que las cosas van y vienen, que tenemos excaso control sobre las cosas.

Y por mucho que luchamos, y nos levantamos y caemos, por mucho que entendamos nos olvidamos de algo.

Nada, ni los sueños, ni lo material, ni lo espiritual te prepara para el mazazo de la inconsistencia real de todo lo que nos rodean, de nuestro propio material, e intentamos agarrarnos a clavos ardiendo con tal de no soportarlo, y nos olvidamos de algo.

De lo único importante... De lo primero...

No hacemos bien las cuentas. Y la "vida" se harta de darnos avisos, de reirse de nuestros propósitos, de jugar con nuestros sueños y pretensiones... y cuando menos te los esperas te da la zanahoria esquiva .... y cuando menos te lo esperas te la quita.

Porque nada nos pertenece, porque nada permanece.... y nos vamos olvidando a mordiscos naranjas, de vivir.

No hay comentarios: