Rosas que nunca llegarón.

Estado General:

Hace mas de diez años tuve una relación que duro casi dos, y que marco un antes y un después en mi vida. Era alto, fuerte, simpático, guapo, con una vida intensa detrás y un futuro incierto delante... con una personalidad arrolladora, dinámica, activa.... se apropio de mis amigos, de mi familia, de mi, de mis propiedades... lo enmarañó todo, lo volvió del revés, me hizo llorar y dudar, encontrar la mujer de acero que había en mi... lo trastocó todo, haciéndome girar como una peonza de mentiras y engaños, trabajar como una mula por un sueño en común, y de algún modo morir en una agonía que duro mas tiempo del que duro en el mi vida.

He tenido muchas relaciones, y muchas de ellas me han dejado marcada y cambiada, pero esta me dejo dos sensaciones de las cuales me costo salir: desear la maternidad y la ausencia de sentimientos.

Fue con el único hombre con el que sentí y desee ser madre, y cuando desapareció y me dejo en la ruina física, emocional y económica y cuando conseguí dejar de llorar y de esperarle, meterme ese sentimiento dentro otra vez fue como meter un pie liberado en un zapato estrecho.

La segunda consecuencia, la ausencia de sentimientos, fue la mas terrible de superar e incluso de asumir. Me dejo inmersa en un mundo gris y sin relieves, en el que mi empatía por el mundo fue nula y no sentía ni pena, ni dolor, ni rencor ni nada y durante los años siguientes busque y encontré relaciones en donde espolearme e intentar despedirme de alguien que desapareció de mi vida tal y como llego.

Durante meses guarde sus cosas y su ropa en mi casa, le esperaba en nuestro bar de siempre hasta que el alcohol y el sueño me llevaban de vuelta a una cama que tarde en hacer... llore durante dias y noches unida a él desde la distancia, hasta que el dejo de hacerlo y se olvido de mi, y durante mucho tiempo esperaba verle entrar con flores para mi, lleno de disculpas y de besos... pero nunca más volví a verle.

Hoy por hoy, feliz y recuperada, enamorada y querida me sorprendo muchas veces pensando en el y en donde estará... el taller donde trabajamos juntos fue demolido hace un par de años pero durante muchos tuve que pasar diariamente por delante de el rememorando el principio y el final que el orquesto.... incluso, cuando paso por ese bar en donde dejé tantas vivencias, amigos y dichosas desgracias, el que ya no frecuento, pienso si se habrá pasado anoche y pregunto por mi, y si volvió a mi antigua casa y llamo a la puerta... sin rosas, ni disculpas pero con los ojos llenos de respuestas que en su tiempo necesite...

Puede que el, o lo que el me dejo o me quito sea una de las claves... quien sabe si lo volviese a ver, despues de tanto tiempo y tantas cosas que quería decirle, que haría...